El potencial del Ecommerce en América Latina es una realidad. Compleja y con particularidades, pero una realidad. Las empresas españolas, principalmente, tienen una presencia muy importante en Latam. Basta con ir a cualquier centro comercial de Colombia, México o Perú para darse cuenta: Las empresas españolas mandan en Latinoamérica en el retail offline.
Algunos de los que vivieron el inicio de los mayores jugadores de comercio electrónico en España como BuyVip, Vipventa, Privalia entre otros, no pueden dejar de recordar las similitudes entre la situación actual del ecommerce en Latinoamérica, y el nacimiento de los mayores jugadores del Ecommerce español. Personalmente no soy partidario del término «mercados emergentes», especialmente en economías en las que algunos indicadores económicos están muy cerca de los llamados «desarrollados». Si miramos el potencial, la población joven, las infraestructuras en desarrollo, el hambre de tecnología, y la clase media (salvo excepciones), en crecimiento, nos damos cuenta de que hay mucho más potencial de crecimiento que en Europa.
Latinoamérica representa una oportunidad, a pesar de los indicadores negativos procedentes de Brasil influenciados por la difícil situación política, hay muchas razones para ser positivos, los cambios de gobierno en Argentina, ( con un crecimiento del 72% del ecommerce en 2015), o los indicadores en México, (con un crecimiento del 30% en el último trimestre), Colombia, Perú, o Chile, (donde los números se han triplicado en los últimos tres años), con un crecimiento similar al de los países desarrollados, pero con márgenes de crecimiento muy superiores.
Las condiciones para el ecommerce no pueden ser mejores, pero siempre habrá que hacer un trabajo de adaptación a cada país, no sólo en lo que se refiere a los medios de pago, sino también a aspectos culturales y estructurales, que deben reflejarse en nuestra estrategia digital. Tratar a todos por igual sería un grave error.
El auge de las opciones de pago
En lo que respecta a los pagos, mi campo principal, con el que he estado trabajando en los últimos 12 años, como ejemplo de empresas bien experimentadas tenemos a Pagseguro, del grupo UOL como líder en Brasil, Mercado Pago (el brazo de pagos del marketplace MercadoLibre), o Payu (antiguo Dinero Mail del grupo Naspers), que fueron los primeros en Latinoamérica en el ámbito de los pagos online.
En los últimos años han nacido muchas empresas, como Safetypay (fundada por ex ejecutivos de American Express), que ofrece banca en línea y pagos de depósitos bancarios, Banwire en México (que ofrece Oxxo, 7eleven, tarjetas, y Spei (sistema local de banca en línea), Todito CASH, Payvalidda en Colombia, Perú y Ecuador, Pagoefectivo en Perú (parte del grupo el comercio), Pagadito en Centroamérica o Servipag en Chile, y muchas otras que surgen constantemente.
Como vemos, son muchas las opciones que nos permiten monetizar nuestros productos y/o servicios en la región, donde la penetración bancaria es baja, y las opciones de pago adicionales no son un extra sino una necesidad si queremos ver realmente el potencial de nuestra oferta. Creer que con las tarjetas de crédito internacionales y PayPal estamos preparados para entrar en estos países es un error, dependiendo del país y del vertical, estamos ante un 50% a 70% de clientes potenciales perdidos.
Por supuesto hay otras cuestiones a tener en cuenta, como las infraestructuras, los profesionales cualificados o la inversión que hay que tener en cuenta, pero las opciones de pago ya no son un problema. El crecimiento del Ecommerce español, y la inevitable expansión en estos territorios de las empresas ya establecidas tiene que estar directamente ligado al desarrollo del Ecommerce en Latinoamérica.
El potencial y las condiciones están ahí sin duda.